Tabaco,lugares públicos y sentido común

Según publica hoy el diario Público, para la hostelería, la ampliación de la ley anti tabaco sería la peor noticia que puedieran recibir. Entiendo que no solo por los quince céntimos por paquete vendido que ganan (respecto a un estanco) sino por la escasez de clientes que recibirían los establecimientos.

Más allá que la actual ley anti tabaco sea injusta y obligue a acondicionar un local mayor de cien metros y de la posibilidad de fumar o no a locales con menos capacidad (siempre ciñiéndonos a lo que a locales de ocio se refiere) la clientela fumadora de bares y restaurantes deberíamos plantearnos si es correcto o no lo que hacemos.

Sabemos que el tabaco destroza y alquitrana nuestros pulmones, que el humo perjudica al fumador pasivo que ante nuestra indiferencia puede ser un niño o directamente una persona no fumadora, que carga el ambiente dejándolo irrespirable y que puede interferir en el sabor de un producto cuando éste, de forma externa se contamina de dicho humo, sabemos todo eso y tienen que prohibirnoslo mediante una ley, reduciéndo nuestra inteligencia a la de un primate amaestrado que obedece a su domador.

Ya que no podemos dejar de fumar hagámoslo en sitios abiertos y no en locales o viviendas cerradas, vamos a demostrar un mínimo de inteligencia y hacer que no haga falta prohibir nada y que la única ley sea el sentido común.